miércoles, 15 de junio de 2011

Decir que mi infancia ha sido poco convencional probablemente sería muy acertado.
Cuando la mayoría de niñas juegan con muñecas Bratz o Barbie yo le pido a Santa Claus un M-16 y un par de puños americanos de plata. Otras niñas piden que se les compre unos patines rosas o cualquier otra mariconada de esas; yo pido a papá que me compre una navaja con mango de perla.
Desayunamos corazón de cordero, comemos chuletas y cenamos hígado todas las noches.

No necesito juguetes.
No necesito amigos.
No necesito colegio.
Papá me enseña todo lo que necesito saber.

2 comentarios: