domingo, 2 de octubre de 2011

Génesis

Dime, ¿qué pasa? No sé, te noto raro, decaído. Como siempre supongo, ¿no? Es que siempre te veo igual. Normalmente escondes tu faceta triste y melancólica; sales, ríes, haces reír...pero a veces no puedes ocultarla, yo puedo verlo en tus ojos. Hoy es uno de esos días, ¿verdad? Lo sabía.


Imagino que será por lo de siempre. El pan de cada día, la sorpresa de cada semana...lo sé. Pero por qué tío. Por qué te molesta tanto, por qué te sientes así por semejante estupidez. Mira, no voy a motivarte con frases típicas como que el mar está lleno de peces o que por cada hombre en la tierra hay siete mujeres en este mundo. No. Sinceramente, no sé qué decirte cuando te pones así. Parece que nada puede animarte. Y de verdad que me jode que estés como estás porque sé que lo intentas pero nada da resultado. Sé que te han dado calabazas por un lado, te han rechazado por otro, y por si fuera poco han pasado de ti en la última cruzada. Sé que lo intentas, a tu manera. 


Deberías...no sé, buscar una solución. ¿Cuál? la verdad es que no lo sé. Podrías buscar nuevas canteras, a veces algunas acaban desfasadas, ya sabes. La pregunta es...¿dónde? Pues tampoco lo sé. Sé que soy bastante inútil para esto pero bueno, que le voy a hacer, por eso estamos hechos el uno para el otro ¿no? Somos igual de inútiles en esto, igual de aparvados. Pero piensa que podría ser mañana, podría ser esta semana. La próxima vuelta de la esquina. En cualquier lugar, el día menos pensado. 


Aunque yo también me pregunto dónde coño estará.

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