Inauguro esta nueva sección (para aquel que lea mi blog) hablando sobre un almirante español de origen guipuzcoano, reconocido como uno de los más grandes estrategas de la armada española.
El señor Blas nace en Pasajes, Guipúzcoa. Estudia en Francia y en 1701, con tan sólo 12 años, se enrola en la Real Armada de Francia; que, por aquel entonces, era aliada de España en plena Guerra de Sucesión española tras la muerte de Carlos II. Por una parte, el heredero al trono, Felipe d´Anjou, el borbón, con apoyo de Francia. Por otra parte, el Archiduque Carlos de Austria con apoyo de Inglaterra.
Es en Vélez-Málaga donde se libra la batalla naval más importante y decisiva del conflicto. Blas de Lezo participa en esta batalla, que toma lugar en 1704. Por tanto, el amigo Blas entró en combate con tan sólo 15 años. Fue en esta batalla donde se tuvo que despedir de su primer miembro extirpado por una bala de cañón. Le amputaron la pierna izquierda por debajo de la rodilla allí mismo, en su fragata, sin anestesia alguna. Incido, tenía 15 años.
Luis XIV le nombra Alférez de Bajel de Alto Bordo tras la batalla. Se le ofrece formar parte de la Corte de Felipe V, pero rechaza la oferta y decide embarcarse de nuevo tras su recuperación. Participa en más batallas y combates, como el asedio de Barcelona, ciudad que logra defender con la utilización de munición incendiaria. Hace arder a los ingleses hasta que maldicen a su propio monarca.
Más tarde se le destina a la fortaleza de Tolón, donde combate contra las tropas de Eugenio de Saboya. Es en esta batalla donde se despide nuevamente de otro órgano de su cuerpo, esta vez es el ojo izquierdo. Debido al impacto de un cañonazo, una esquirla hace que el ojo reviente al instante.
Tras su corta recuperación, es destinado al Puerto de Rcohefort, en Francia, en 1707. Es ascendido a Teniente de Guardacostas. Es allí donde libra la batalla de Stanhope, en 1710. El corsario inglés John Combs triplica las fuerzas de Lezo, pero éste logra una buena maniobra para el abordaje y consigue abordar el buque insignia de la flota de Combs. Como se solía decir: "los ingleses entraron en pánico al ver aquello". Pues el modus operandi de la armada española era muy temido por los ingleses. Los navíos españoles cañoneaban a corta distancia del enemigo para luego abordarlo y buscar el cuerpo a cuerpo hasta llegar a la rendición. Carnicería por victoria, y si encima era Blas de Lezo el que la llevaba a cabo, razón de más por la que temerla, pues Lezo ya era conocido en el mar como Patapalo.
En 1714, tras ser ascendido a Capitán de Fragata, recibe un balazo en el antebrazo derecho durante el asedio a Barcelona y pierde la movilidad de la extremidad. A partir de este momento se le conoce a Lezo por el apodo de Mediohombre.
En 1730 es ascendido a Jefe de Escuadra Naval del Mediterráneo y en 1734 a Teniente General de la Armada, por el mismísimo rey. Ese mismo año es destinado a defender Cartagena de Indias, en el Caribe, del asedio de los ingleses en la llamada "Guerra de la oreja de Jenkins". Explicaré brevemente el porqué del curioso nombre. El comercio intercolonial español se veía a menudo chafado por corsarios ingleses que atacaban a los navíos mercantes. Bien, fue en Florida, donde Julio León Fandiño, capitán de navío español, abordó el barco del corsario inglés Robert Jenkins que, tras rendirse, vio cómo Julio le cortaba la oreja y le decía que volveira a Londres a decirle al rey que haría lo mismo con él. La excusa perfecta para entrar en guerra.
En 1741 comienza el sitio de Cartagena de Indias. La escuadra inglesa (la agrupación naval más grande vista hasta entonces) contaba con 186 barcos y 2.000 cañones listos para disparar y unos 25.000 combatientes. Blas de Lezo contaba con 6 navíos de guerra y 3.000 hombres para defender la ciudad, una experiencia de 22 batallas y mucha imaginación. Contra todo pronóstico, los ingleses pierden la batalla.
Tras la derrota, los ingleses se dedican a ocultar la vergonzosa información. Incluso ponen medallas en circulación con las inscripciones: "Los héroes británicos tomaron Cartagena el 1 de Abril de 1741".
El rey inglés, Jorge III prohibió rotundamente escribir crónicas sobre la batalla. El almirante Vernon, al mando de la flota inglesa reducida a ceniza, gritaba a los cuatro vientos mientras se alejaba en el horizonte: "God damn you Lezo!".
Fue entonces cuando Lezo pronunció la frase con la que ha pasado a la historia:
"Para venir a Cartagena será necesario que el rey Jorge de Inglaterra construya una escuadra mayor; pues esta sólo ha servido para llevar carbón y ceniza a Inglaterra, lo cual les hubiera sido más provechoso para emprender una conquista que no pueden conseguir"
Blas de Lezo fallece tras contraer la peste en Cartagena de Indias, en 1741. Penoso fin para tal militar. Hoy en día se le honra en la Armada Española. Una fragata lleva su nombre y tras una recogida de firmas, se le ha puesto su nombre a una avenida en Madrid.
(no está guiñando el ojo para el pintor)