Caín, fue el primer hombre en atacar a otro.
Cuando el Señor vino a él y le dijo: -Qué has hecho-.
Caín no pudo ocultar su crimen.
La sangre de su hermano clamaba desde la tierra.
El mundo ha sido vuestro campo de batalla.
Allá donde valláis, la sangre de hermanos e hijos clamará venganza contra vosotros.
Quizá no podáis oírlo aún, porque esta no es vuestra tierra.
Pero lo oiréis.
Lo oiréis.
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