Las calles son alcantarillas alargadas.
Y esas alcantarillas están llenas de sangre.
Y cuando se forme una costra en los desagües, todas las alimañas se ahogarán.
La mugre acumulada de los asesinatos y del sexo que practican les cubrirá con su espuma hasta el cuello.
Y todas las putas y los políticos alzarán la vista y gritarán: ¡Sálvanos!
Y yo susurraré:
No.
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