miércoles, 22 de septiembre de 2010

Mientras el bueno de Danton esperaba a ser llevado a la guillotina, parecía tan concentrado en sus pensamientos que uno de sus compañeros de celda le preguntó:


-¿Buscas consuelo en la filosofía?-.
-No exactamente- confesó Danton-. Si acaso en la filología-.
-¿Y cómo es eso?-.
-Sólo pensaba que el verbo ajusticiar no se puede conjugar en todos los tiempos. 
Se puede decir: "Yo ajusticio" y "Yo seré ajusticiado", pero nadie puede decir: "Yo he sido ajusticiado"


Ese de ahí fue ajusticiado.

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