martes, 3 de mayo de 2011

La Delgada línea Roja

El amor, ¿de dónde proviene? ¿quién aviva su llama? Ninguna guerra podrá apagarla ni robarla. Yo estaba prisionero y tú me liberaste. 
Se dice que las personas que han estado tan unidas siempre vuelven a encontrarse.
Aquí, todo el mundo busca la salvación por sí mismo, como un ascua separada de la hoguera.
Lo único que se puede hacer es buscar algo que sea tuyo, crear una isla para ti solo. 
Nos quieren muertos...o viviendo sus mentiras. Me he dado cuenta de que ninguna guerra ennoblece, sólo nos transforma en bestias. Corrompe nuestra alma.


Si no llego a conocerte en esta vida , déjame sentir tu presencia. Una mirada de tus ojos y mi vida será tuya.



Porque detrás de cada uno, había una historia entera.
(Fotografía tomada en la isla de Guadalcanal, al suroeste del Pacífico, en 1942)



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