Ragnar el Rojo
Quiero hablaros de un héroe, el Rojo Ragnar,
un valiente muchacho de armas tomar.
Le gustaba el buen vino, también el buen yantar,
relatar sus hazañas por tierra y por mar.
Pero un día la escudera Matilda llegó,
lo miró cara y cara y sin más le espetó:
¡Oh, hablas, mientes y te bebes toda nuestra aguamiel!
¡Creo que hora de que yazcas sangrando ya es!
Empezaron la lucha Matilda y Ragnar,
con fiereza se oyeron espadas chocar.
Y así acaba la historia del rojo Ragnar,
que perdió la cabeza por fanfarronear.
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