domingo, 29 de abril de 2012

El rollo de siempre

  *Para algunos vivir es galopar
un camino empedrado de horas,
minutos y segundos.

    Yo más humilde soy
y sólo quiero que la ola que surge
del último suspiro de un segundo,
me transporte mecido
hasta el siguiente*

miércoles, 18 de abril de 2012


En mi aposento otras veces
una guitarra tomo,
que como barbero templo
y como bárbaro toco.




lunes, 16 de abril de 2012

Érase una vez...

...un hombre en hielo tallado. Nació a partir de un gran bloque de hielo, el cual fue esculpido cuidadosamente, cuidando cada detalle, cada facción. El hombre de hielo tenía buena planta; era alto y delgado, y caminaba erguido, con andares firmes y poderosos. 


El hombre de hielo no se sentía atraído por nada ni nadie. Consideraba que ninguna persona estaba a su altura y que, por tanto, ninguna persona podría coaccionarle de ninguna manera. El hombre de hielo tenía sus aficiones, muy suyas, y su mirada fría y penetrante asustaba a cualquiera que se atreviera a mirarle a los ojos. El hombre de hielo no tenía familia, no tenía amigos, tampoco enemigos. El hombre de hielo era bastante neutro, en todos los aspectos, un bloque de hielo andante, al fin y al cabo. 


Un día, el hombre de hielo encontró algo. Por primera vez, miró algo con su fría mirada. Al instante, notó una gota cayendo por su mejilla helada. El hombre de hielo lloraba. Comenzó a preguntarse el porqué de aquello, e intentó explorar el origen de su pena, acercándose a aquella misteriosa cosa, mientras notaba cómo lloraba cada vez más. A medida que avanzaba, el hombre de hielo notó sus fuerzas debilitadas, sus pasos, antaño firmes, ahora eran débiles y flojos, y el gesto rudo de su cara era ahora rugoso y agonizante. 


El hombre de hielo cayó, primero de rodillas, y notó cómo sus piernas, ahora delgadas como alfileres, desaparecían, al igual que sus brazos y su torso. Finalmente, el hombre de hielo se dejó caer, y en un vano intento por salir de aquel infierno, respiró cada vez más fuerte, pero cada suspiro le consumía más y más. 


El hombre de hielo acabó transformado en un charco de agua sobre la tierra, que reflejaba el Sol en sus suaves hondas. De ese agua brotaron, poco después, unas preciosas flores de múltiples y llamativos colores; verdes, rojas, amarillas, azules... el hombre de hielo se había convertido en algo infinitamente bello al haberse topado con el Sol, ese elemento que, a pesar de no saberlo, había estado esperando toda la vida.


Mi Sol.



miércoles, 11 de abril de 2012

Intocable


Relatos #1

Conocido vulgarmente como el "síndrome del pagafantas", o, simplemente, "dolor de huevos", este doloroso hecho ha molestado al hombre durante milenios, y sino que le pregunten a Nixon. 


El cuerpo es inteligente y se prepara para la procreación, pero claro, a veces tu cabeza es la que toma el control y dice: -¡quieto tú!¡no es el momento y menos el lugar!-. Y así fue. Pero el cuerpo le da y le da, le da al merme y acaba fabricando más de lo necesario. Esos cabezones se agolpan en el espacio que tiene el hombre en sus dos cataplines.Es entonces cuando surge...¡el dolor de huevos! y es entonces cuando, andando por la calle, te encuentras con un conocido que te pregunta sobre el curso de tu vida, y dices: -¡no me rompás los huevos mierda!-. Y nunca mejor dicho.


Llegas a casa y sólo deseas irte a la cama, dormir como una marmota, pero te das cuenta de que no puedes. Es entonces cuando, en un desesperado intento de acabar con el problema, consultas en internet y encuentras un foro en el que un joven explica esta misma situación, vivida en sus propias carnes. Te tranquiliza saber que no tienes alguna clase de enfermedad huevera. Lees una serie de comentarios entre los que figuran los de apoyo, los de comprensión, los de algún macho ibérico que afirma no haber tenido nunca dolor de huevos, y finalmente das con ese comentario en el que, un supuesto experto en la Universidad de la Vida, da la solución.


La solución no es otra que....en fin, imaginen ustedes mismos. No obstante, el dolor tarda en desaparecer, aunque vas recuperando movilidad poco a poco: primero un huevo, luego otro, luego toda la pelvis...y así, progresivamente, hasta quedar sano y satisfecho con la jugada. 


Espero haber resultado de ayuda a aquellos navegantes virtuales a los que les haya pasado ésto. 
Saludos y hasta más leer. 

domingo, 8 de abril de 2012

Te tengo, te pierdo; te agarro, te suelto; te vas y te espero. 
Te acercas, me alejo; te busco, te encuentro; te escucho, te cuento; te compro y te vendo.
Me besas, te muerdo; te odio, te quiero; te dejas y me dejo.
Te pido, te ofrezco; te abrazo, te aprieto...qué bueno.

sábado, 7 de abril de 2012

"Todas las horas hieren, la última mata"

Levantarte por la mañana y ver esto por tu ventana

Entradas inacabadas #1

Es curioso ver lo inocentes que pueden llegar a ser los bebés. Llevo unos días observando a un par de ellos, mis primos, Diego y Carmen. Todo es nuevo para ellos y su sentido de curiosidad no tiene límites. No son conscientes de la mayoría de cosas que pasan a su alrededor. Balbucean, señalan y ríen mientras, poco a poco, andan hacia sus múltiples destinos. 


Cuando les miro y me miran, me doy cuenta de que bebés y adultos, somos muy parecidos.

viernes, 6 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012


"Nadie muere virgen, la vida nos jode a todos"
5 de Abril de 1994

lunes, 2 de abril de 2012