Era el infierno, y en el infierno todos éramos iguales, todos éramos hermanos. Porque sólo el infierno fue capaz de sacar lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros, sólo en el infierno los hombres buenos se convierten en ángeles de la guarda y los hombres malos en demonios sedientos de sangre. En el infierno...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario