Las luces reflejan tu sombra, nos movemos por la habitación, sentimos la respiración. Descubrimos cosas nuevas cada día, cosas que, a veces, nadie más descubre en nosotros. A veces soñamos como ángeles, pero actuamos como demonios, y con palabras no habladas, nos mostramos una extraña devoción silenciosa. Ambos sabemos a lo que el otro se refiere, porque no sabemos cuándo será, ni cómo será el final, y eso es algo, que hace de todo ésto, algo verdaderamente especial.
lunes, 1 de octubre de 2012
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