Por favor, deja que me presente . Soy un hombre de riqueza y buen gusto, y ando rondando por ahí desde hace muchos, muchos años. He robado almas y la fe de unos cuantos.
Yo estaba allí cuando Jesucristo tuvo su momento de duda y dolor, y me aseguré por los Infiernos de que Pilatos se lavara las manos y sellara su destino.
Estaba cerca San Petersburgo cuando vi que había llegado el cambio. Maté al Zar y a sus ministros; Anastasia gritó en vano.
Conduje un panzer, tenía el rango de General cuando estalló la guerra relámpago y los cuerpos apestaban.
Miré con alegría mientras vuestros reyes y reinas luchaban durante diez décadas por los Dioses que ellos mismos crearon.
Grité: -¿Quién mató a los Kennedy?, cuando después de todo fuimos tú y yo.
Al igual que cada policía es un criminal y todos los pecadores santos, y cara o cruz es lo mismo, llámame simplemente Lucifer. Necesito cierto freno, así que si me encuentras, ten cortesía, un poco de simpatía y cierta exquisitez. Usa tu bien aprendida educación, ¡o haré que se te pudra el alma!
Encantado de conocerte, espero que recuerdes mi nombre.
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