El chiste más gracioso del mundo

El inventor de este chiste, que perdió la vida en extrañas circunstancias, lo dejó escrito para que los aliados lo usaran como arma en la guerra contra los nazis.
Era un secreto de estado y más letal que bombas atómicas o gases tóxicos.
El soldado que se lo había aprendido de memoria en alemán para no entenderlo, se infiltraba en las filas alemanas y lo contaba en las trincheras, causando miles de bajas. Era tan efectivo como para matar de risa en un radio de 50 metros de la persona que lo contaba.


Ante tal masacre, los líderes de las SS trataban de hacerse con el chiste, pero resultó ser imposible. En cuanto un oficial lo conocía caía herido de muerte.  Inventaban otro chiste para contraatacar, pero no era gracioso.


Al final los aliados acorralaron a los nazis, masacrándolos, y el chiste volvió a guardarse bajo llave en un búnker.

Algo huele a podrido en Dinamarca.

Proletarios del mundo...¡Uníos! 

Somos un tercio español. 

Mientras el bueno de Danton esperaba a ser llevado a la guillotina, parecía tan concentrado en sus pensamientos que uno de sus compañeros de celda le preguntó:


-¿Buscas consuelo en la filosofía?-.
-No exactamente- confesó Danton-. Si acaso en la filología-.
-¿Y cómo es eso?-.
-Sólo pensaba que el verbo ajusticiar no se puede conjugar en todos los tiempos. 
Se puede decir: "Yo ajusticio" y "Yo seré ajusticiado", pero nadie puede decir: "Yo he sido ajusticiado"

Ese de ahí fue ajusticiado.

Si las cosas van mal, corta algunas cabezas y las cosas irán bien.

George J. Danton.

Mi pueblo, hijos e hijas de Helghan,
Durante muchos años hemos sido una nación segmentada.
¡Rechazados! ¡Oprimidos!
¡Y conquistados por aquellos de los que debimos huir!




Pedí tiempo, tiempo que vosotros me concedisteis.
¡Vosotros! ¡Mi verdadera fuerza!
¡Los protagonistas de mi sueño!
Nuestros ancestros iniciaron el mayor de los éxodos que la historia de la humanidad ha conocido.
Un éxodo, en busca de libertad.

Y Helghan materializó esa libertad.
Nuestro nuevo mundo alteró nuestros cuerpos.
Al principio nos debilitó, pero después nos fuimos fortaleciendo.

En este tiempo que me habéis dado, he reconstruido nuestra nación. 
¡He renovado nuestra fuerza!
¡Y enmendado nuestro orgullo!

Los enemigos de nuestro mundo han aprendido.
Ahora tienen una nueva visión de nuestra causa.

En el día de hoy seguimos unidos. 
Y aquellos enviados a separarnos, escucharán nuestras voces.
En el día de hoy seremos uno sólo, ¡y nunca más se nos ignorará!
¡Nunca Más!

¡Defensores del ideal Helghast!

¡Nuestra hora ha llegado!

Las calles son alcantarillas alargadas.
Y esas alcantarillas están llenas de sangre.
Y cuando se forme una costra en los desagües, todas las alimañas se ahogarán.
La mugre acumulada de los asesinatos y del sexo que practican les cubrirá con su espuma hasta el cuello.
Y todas las putas y los políticos alzarán la vista y gritarán: ¡Sálvanos!
Y yo susurraré:
No.

Dos vidas hacen falta para convencerme.
Caminos,autopistas,semáforos en verde.
Yo era tan difícil , tú lo veías cerca.
Entre Lisboa y Madrid fue la guerra.

Mi corazón ardía como el Windsor.
Camarón sonaba fuerte en mi cabeza,
todo fluye y se conecta.
Pequeña salvación por un instante.

Como el agua, sonaba mil veces,
aunque no lo puedas decir,me quieres,a veces.

SE BUSCA PARA NO SOÑAR.

CHICA GUAPA Y MUY CALIENTE

Un hombre va al médico.

Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. 

Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago e incierto. 

El doctor le responde "El tratamiento es sencillo. El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso lo animará". 

El hombre se echa a llorar. Y dice:

"Pero, doctor...

yo soy Pagliacci".

Sólo estoy precalentando

Monkey See, Monkey Do

La mayor declaración de amor es la que no se hace. Pues un hombre que siente mucho, es un hombre que a su vez, habla poco.

- Platón -

La vida es en verdad el infierno, y la muerte nuestra única oportunidad de redención.
Por qué la muerte me ha dado la espalda.
El navío estaba ahí. No se preparaba para el ataque. Esperaba.
Aguardaba impaciente la llegada de la única alma que le interesaba.
Soy un horror. Y entre horrores debo caminar.

Esta ciudad me teme, he visto su verdadero rostro.

Mírame, ¿qué es lo que debo ser?
¿En qué debo creer?


Podrías decirme, desde que tomaste la decisión, ¿en qué crees?
No sé quién se supone que debo ser.


Mírame, soy la imagen de tus esperanzas y tus tragedias.
Mírame, ¿seré alguna vez más que un simple recuerdo?
No sé quien debo ser.
Pero sé que soy lo que soy.

Caminos, autopistas y semáforos en verde.

Si viviéramos en un mundo con 20 Picassos, 40 Eisteins y 30 Dalís, el mundo sería un lugar tremendamente inhabitable. 

¿El Juez de toda la tierra no obrará según la justicia?

For the Times they are Changing.

Que pongan un buen precio a tu cabeza.

Veremos cuáles son los amigos que te socorren y cuáles los que te meten una bala entre ceja y ceja.

Yo soy el Teniente Aldo Raine, y necesito ocho soldados.

Saltaremos sobre Francia vestidos de civiles con un único objetivo, ni uno más: matar nazis.

Los miembros del partido nacional socialista conquistaron Europa asesinando, torturando, intimidando y aterrorizando. Eso es lo que haremos con ellos.

Ser crueles con los alemanes, así sabrán quiénes somos.

Dejaremos pruebas de esa crueldad en los destripados, desmembrados y desfigurados cuerpos de sus hermanos. No serán capaz de borrar jamás las imágenes de crueldad.

A las que les sometimos con nuestras manos, con nuestras botas y nuestros cuchillos.

Sentirán aversión por nosotros.

Hablarán de nosotros.

Y nos temerán.

Los nazis no tienen humanidad.

Y hay que destruirlos.

Cada hombre bajo mi mando me traerá un centenar de cabelleras nazis.

Y quiero mis cabelleras.

Good Morning Vietnam

Mentalistas:


El poder de la mente es ilimitado.
Nos permite adivinar pensamientos, predecir el futuro, poseer otras mentes y hasta viajar en el espacio.


La otra noche, una chica.
Una chica me miró cuando me interponía entre ella y los servicios.
Y percibí que quería algo.
Mear.


La invité a una copa.
Y ya sabía lo que iba a pasar.
Pagaría yo.


Al final, cuando le dije que quería introducirme dentro de ella, aparecí fuera de la discoteca.
Y yo, yo no había andado. 
Me lanzó el portero.